sábado, 28 de mayo de 2011

La Capilla de El Calvario

Recordemos que don Baltasar de León García, fundador de El Hatillo,  era español y trajo consigo innumerables costumbres de su tierra que se implantaron en nuestro pueblo. En España, se acostumbraba llamar a una colina o terreno con cierta elevación cercana a un pueblo “El Calvario”, en recuerdo del sitio en que Jesús  fue crucificado y colocaban ahí una o varias cruces. Edificaban ermitas o  capillas en dicha zona. Existen aún numerosas muestras de ello, por ejemplo, la ermita del Calvario en Córdoba, donde se acostumbra a celebrar en Vía Crucis y El Calvario de San Roque en Cádiz entre otros cientos. En todos los países colonizados por los ibéricos se fundan capillas con el mismo nombre como en Méjico, Colombia, etc.
Cuando en 1766 de León pide autorización al obispo Diez Madroñero para construir una capilla, escoge el lugar de el Calvario por ser el más alto de la zona. Una capilla en honor a Santa Rosalía de Palermo, patrona de las pestes por haberle salvado de morir de viruelas en la prisión de La Carraca. Es decir es la capilla de “Santa Rosalía de Palermo”, la cual fue bendecida en 1772 por el Obispo Mariano Martí e inscrita en el Libro de Inventarios bajo el número 1, Folio 202. Sin embargo es más conocida actualmente como la capilla de “El Calvario”. Es de hacer notar, que desde que se construyó la iglesia parroquial es el Santo Sepulcro quien allí se venera y a Santa Rosalía en la iglesia de la “Parroquia Santa Rosalía de El Hatillo”. Esta capilla fue declarada Monumento Histórico Nacional el 2 de agosto de 1960, según Gaceta Oficial Nº 26.320.

En 1883 el presidente Antonio Guzmán Blanco inauguró el paseo El Calvario, en Caracas situado en una colina de la urbanización el Silencio, un espacio público ubicado en el casco central de la ciudad de Caracas, entre las parroquias Catedral y San Juan. Su construcción fue encargada a unos paisajistas franceses para crear un jardín botánico y un paseo en la colina de El Calvario, la obra fue inaugurada con el nombre de Paseo Guzmán Blanco. Los jardines fueron emplazados en grandes terrazas y fueron realizados por Luciano  y Eleazar Urdaneta, el parque contaba además con una capilla y una estatua de Guzmán Blanco, llamada popularmente "el manganzón" que fue derribada luego que éste salió del poder. En 1885, Joaquín Crespo ordena la construcción de otra capilla en estilo neogótico y le cambia el nombre al parque por el de “Paseo Independencia” y recientemente se le cambió por “Ezequiel Zamora”.

martes, 24 de mayo de 2011

El Hatillo, tierra de Mariches

La historia del municipio El Hatillo se remonta a la época precolombina, cuando estas tierras eran habitadas por los aborígenes de la etnia Mariches emparentados con los Caribe. Se concentraban en tres o seis bohíos de paja, sepados entre los casríos por distancias de 1 a 2 kilómetros generalmente en lugares altos cercano a un cause de aguas. Practicaban la poligamía, un hombre con varias mujeres y los hijos, yernos y nueras del patriarca vivían bajo el mismo techo. Las mujeres realizaban la mayoría de los trabajos; cocinar, criar a los niños y a los animales, sembrar, cortar leña y hacer vasijas de barro, mientras que el hombre  les ofrecía protección. El jefe del grupo salía a cazar, a pelear con otros habitantes de otros grupos y al estar de fiesta se embriagaban con mazato, bebida fermenteda preparada con  el yare herbido de la yucaamarga y venenosa, mezclado con batata y otras hierbas.
Fabricaban sun lanzas y flechas para cazar con veradas, a las que insertaban astillas de madera de agudas puntas, extraídas del pecíolo de la hoja de palmera, les quemaban las puntas para darles forma. Para las contiendas y guerras usaban, la macana, especie de porra hecha de una mdera muy dura y pesada, del grueso de un brazo.Pero su arma más temible eran las piedras o rocas, que siempre llevaban  a cualquier lugar. Tambien las acunulaban en los pasos de los caminos, en las márgenes de las quebradas y cerros. Si eran atacados hacían avalanchas de peñones al paso del enemigo. Otra de sus formas de sorprender al enemigo, era enterrar punzantes astillas de madera dura con el filo hacia arriba, escondidas bajo rl lodo o matorrales par herir los pies de los aracantes.
 Comandados por Guaicaipuro eran fuertes guerreros defensores de su territorio. Con la llegada de los españoles, en la época de la conquista mueren muchos indígenas defendiendo sus tierras. Muere Guiacaipuro en esas lides y luego los lidera el gran Tamanaco. Al norte del territorio hatillano, en la zona del Peñón del Indio a orillas de la quebrada de la Guairita, gobernaba el cacique Aricabacuto. Al sur dominaba el cacique Taparacay en la zona de Tusmare .Los Mariches, eran grandes guerreros, usaban  flechas envenenadas con sustancias vegetales.
A pesar de su extinción, dejaron imnumerables muestras de su presencia en  territorio hatillano. Específicamente petroglifos de gran tamaño y contenido. Piezas de cerámica y objetos confeccionados con huesos, algunos conservados por el Museo de Ciencias Naturales de Caracas y los de gran formato permanecen en su lugar de origen.